Los especialistas de cine, haciendo el trabajo duro
Están los dobles de cuerpo, que se desnudan ante la cámara cuando un actor no está dispuesto a hacerlo. Los que se enorgullecen de sus manos o de sus piernas y se convierten en dobles de miembros. También hay quienes, gracias a su parecido físico con una estrella, deciden unirse a este negocio reemplazando a su Doppelgänger en los planos largos. Pero sin duda, los dobles más cotizados y demandados son los dobles de riesgo; ellos hacen las escenas difíciles. Ponen en peligro su cuerpo y, a veces, incluso su vida para evitar que el protagonista resulte dañado.